Hace un par de días la gente de Microsoft dio a conocer el Service Pack 1 para Windows 7. El paquete en sí no ofrece mejoras demasiado considerables sobre el sistema operativo, aunque repara unos cuantos bugs muy interesantes.
Cuando instalan el SP1 de Windows 7 el software lleva a cabo una copia de respaldo de las versiones anteriores de todo lo que es actualizado. Esto es muy bueno porque permite restaurar el sistema en el caso de que algo no funcione como debe.
El problema es que el backup ocupa bastante espacio en el disco rígido. Estos archivos de respaldo pueden eliminarse fácil y rápidamente, ¿pero es conveniente hacerlo? A continuación hablaremos un poco más al respecto.
A nadie le gusta perder espacio de almacenamiento en el disco duro, pero hay que tener en cuenta que cuando instalamos una actualización tan importante como la de los Service Pack tenemos que dejar pasar un tiempo antes de eliminar el backup.
Esto se debe a que el SP puede funcionar correctamente durante algunos días y de repente se encuentran con que las actualizaciones comienzan a fallar. Para solucionar esto hay que desinstalar el Service Pack y ejecutarlo nuevamente.
Sin embargo, si eliminan la copia de respaldo también borrarán los archivos necesarios para desinstalar el paquete de actualizaciones. De modo que lo más recomendable es esperar un tiempo antes de liberarse de la copia de respaldo.
Si finalmente se deciden a borrar los archivos de backup del SP 1 sólo tienen que ingresar al Liberador de Espacio en Disco, marcar la casilla a la izquierda de “Archivos de Backup de Service Pack” y presionar Ok.
Listo, a partir de ahora ya no contarán con la copia de respaldo del Service Pack 1 en su ordenador con Windows 7.
Enlace: How to Geek.