Si son usuarios novatos de Mac OS X es necesario que sepan que el Dock es una pieza fundamental del ordenador. Es el lugar en el que se encuentran los accesos directos a las aplicaciones más importantes, y puede configurarse según el gusto o las necesidades de cada uno.
Tradicionalmente el Dock está ubicado en el borde inferior de la pantalla y en él aparecen los programas que vienen por defecto en el sistema operativo de Apple, tales como Safari, Mail, iCal, iTunes, etc. A continuación les mostraremos cómo cambiar su configuración fácilmente.
Comenzaremos con lo más sencillo: eliminar una aplicación del Dock. Lo único que tienen que hacer es dar click sobre el ícono, mantener presionado sobre el mismo y arrastrarlo fuera de la barra. El acceso directo desaparecerá instantáneamente pero el programa seguirá operativo en el ordenador.
En el caso de que deseen insertar una aplicación tienen que arrastrar el ícono hacia el Dock. Cuando se acerquen a la zona en la que quieren colocar el acceso directo verán que los demás programas se harán a un lado para dejar espacio. Muy fácil, ¿verdad?
En el caso de que tengan que modificar alguna configuración un poco más avanzada tienen que dirigirse a Preferencias del Sistema | Personal | Dock. Allí encontrarán una ventana con diferentes opciones.
Podrán modificar el tamaño del Dock para que ocupe más o menos lugar en la pantalla; cambiar la ubicación de la barra, que por defecto está en la parte inferior del Escritorio, pero puede llevarse a cualquier lateral; activar la magnificación de íconos para que se agranden al pasar puntero del mouse por encima o cambiar los aspectos ligados a los efectos de minimización de ventanas.
Realmente el Dock es muy fácil de configurar y podrán manejar las opciones a su gusto en pocos minutos.
Vía | Switching to Mac.